En búsqueda de la ‘sonrisa ideal’
La sonrisa idea muestra el labio superior justo encima de los dientes superiores, con un máximo mostrado de dos milímetros de encías. Todo lo que supere los tres o cuatro milímetros de encía visible, comienza a verse como una sonrisa gingival.
Para la corrección de la sonrisa gingival, disponemos de diferentes posibilidades. La más frecuente es el empleo de botox, de forma que disminuimos la potencia de elevación del músculo elevador del labio superior mediante dos pequeños pinchazos en la base de la nariz.
Las causas de la sonrisa gingival son una serie de factores que actúan de forma conjunta, destacando tener los dientes demasiado pequeños, el exceso de encías, el desarrollo excesivo del músculo elevador del labio superior o el desgaste de los dientes que haya descompensado la proporción entre diente y encía.
El objetivo del tratamiento de la sonrisa gingival es conseguir que la elevación del labio se produzca sin sobrepasar el nivel superior del diente, armonizando las proporciones de dientes, encía y maxilar superior.