La solución para tu lóbulo rasgado en Zaragoza
Cuando se produce un estiramiento excesivo del agujero del pendiente, se produce el problema del lóbulo rasgado. Esto puede deberse a un traumatismo agudo, como arrancamiento total o parcial del pendiente, o a una causa gradual, como la atrofia cutánea.
Los pacientes con atrofia cutánea suelen experimentar el problema al utilizar pendientes pesados o sin descanso, incluso para dormir. Además de la pérdida de piel, también se pierde volumen subcutáneo, lo que produce un lóbulo extremadamente delgado que puede rotarse con el peso.
Si tienes el lóbulo rasgado, en la Clínica Doctora Mery Lamah tenemos soluciones específicas para corregirlo, según el nivel del alargamiento del lóbulo, mediante una técnica rápida que se lleva a cabo bajo anestesia local y sin necesidad de ingreso.
Solicita información llamando al 672 364 736
En qué consiste la reparación del lóbulo rasgado de la oreja
En la mayoría de los casos, la única solución definitiva para corregir el lóbulo rasgado es a través de cirugía. Sin embargo, hay pacientes con casos leves o que prefieren evitar la cirugía, que pueden optar por soluciones médico-estéticas pero, aunque estas opciones pueden disimular el aspecto de la rotura, no lo reparan por completo.
En qué consiste la reparación del lóbulo rasgado de la oreja
La lobuloplastia es una cirugía rápida y sencilla que se realiza bajo anestesia local y sin necesidad de ingreso. La intervención dura aproximadamente entre 30 y 40 minutos por lóbulo.
Una de las ventajas de esta cirugía es que no requiere baja médica y, después de la reparación, la vida puede volver a la normalidad. Sin embargo, se debe evitar el ejercicio intenso, los baños en piscinas y en el mar, hasta que el médico lo indique.
Durante el postoperatorio, es importante desinfectar, limpiar y secar diariamente las heridas. Los puntos suelen retirarse después de 7-10 días.
Después de un mes, el paciente puede acudir a la consulta médica para hacerse unos nuevos orificios, lo que ayuda a evitar cualquier desgarro precoz.